lunes, 10 de febrero de 2014

Qué frío hace otra vez copín. Menos mal que ahora si estoy preparado para lo que me echen con la ropa nueva y el calefactor.
Veo que he batido el record entre entradas, o me lo parece a mi? Diez días desde la última, pero como tanto yo como Manting estábamos de vacaciones he pasado más tiempo en su casa que en la mía, y allí no me iba a poner a escribir. Pero hoy ya ha vuelto al curro, igual que aquí en la guardería donde todos vuelven a trabajar excepto yo; eso si, han venido 5 chavales por clase de media. A mi no me van a ver el pelo en plan profesor hasta el día 3.

Por cierto, estoy intentando cambiar de curro, pero ya os iré informando. Respecto a Daniel, que le quieren de vuelta y que en cuanto se apañe el visado se viene. Buda le oiga.

El tema es que aún tengo bastantes fotos del viaje Shenzhen-Dapeng, pero como la mayoría son del segundo voy a poneros las poquitas que hay del primero. Hay tan pocas porque fuimos allí expresamente por el hotel, la ciudad ya la veremos en otra ocasión, pero si hicimos una salidita por la noche y de entonces son.

 

Nuestra primera intención fue echar un ojo por este lugar, "La ventana del mundo". Un parque temático con réplicas de los grandes monumentos y actuaciones relacionadas con cada país. Pero la verdad es que estábamos cansados, era relativamente tarde respecto a la hora de cierre, y 160元 (20€) por cabeza nos dolía, en serio. Así que como la chica tampoco hizo mucho hincapié, lo dejamos, no sin antes hacer fotos desde fuera.


La parada del metro que da directamente a ello, basada en la pirámide del Louvre; supongo que aquí todos os habéis leído El Código da Vinci, o visto la peli al menos (uuuh spoiler), así que eso ya lo sabíais.


Un tiovivo, porque los niños que no saben ni donde está Shanghai también tienen derecho a divertirse.


Fachada del Partenón, con la clásica decoración erótico-festiva china. Hortera. Y encima había dos.


El Big Ben.
Es broma, es la Torre Eiffel.


El templo de Horus en Edfu. Lo acabo de googlear.


Después de esto dijimos bueno, a ver que zona suena bien, damos una vuelta, cenamos o nos echamos algo y al menos aprovechamos la noche. Y al lugar arriba mostrado nos dirigimos: "Mundo marino". Al listo que le puso el nombre le salió la jugada de atraer gente de perlas, pero es publicidad engañosa.



De aquí viene el nombre, un tunelillo que SE SUPONE emula el fondo marino y los animales que lo habitan y que cuando lo cruzas te tienes que sentir como sumergido y en consonancia con la naturaleza... Váyase usted a cagar hombre.


Ah, y esto, una pantalla con una proyección del mar. No'sta mal para echar un vistazo.


En estas bicis estáticas, cuando le das caña a las piernas se encienden las luces que rodean la base. Según el cartel son para hacer ver a las personas que el esfuerzo humano produce resultados asombrosos y que con tesón podemos producir grandes cosas. Y yo quiero de lo que se toma el que escribió los carteles.



Estas dos son de un complejo hotelero donde el cuerpo principal es el barco, como podéis suponer es de cinco estrellas superlujo que te cagas. Y tiene de to, pero no nos atrevimos a entrar con nuestra indigna presencia y nuestras pintas de pueblerinos muertos d'hambre.



También estaba este mural interactivo. La idea es que uno de los miembros de una pareja dijese algo bonito a voces a la otra persona, y los corazones que en principio son pequeños y tenues, reaccionen al sonido y se pongan grandes e iluminados. Pero la realidad es que mayormente se acercan niños a gritar "aaaaaah", mientras todos nos giramos a ver que es lo que pasa ahí.



Dos robots gigantes, porque sí, sin cartel ni na. Pero molan.


Una de las cosas que me llamo mas la atención del metro de Shenzhen es que en las paredes interiores, es decir, en el tubo por donde pasan los vagones, hay dispuestas varias pantallas que van echando lo mismo (anuncios), así que cuando el tren pasa to follao tu lo ves en movimiento pero rollo cinemático antiguo, con esos micro-cortes en negro. Queda muy guapo aunque sin un vídeo no se aprecia bien, no me dio tiempo.


¿A que parece un aeropuerto? Pues no, es solamente la estación de trenes. Es enorme y el sistema es el mismo que el de los aeropuertos; con sus paneles azules con los avisos de embarque y de cierre, varias plantas, los asientos de metal, restaurantes... En fin, una pasada de estación.


Y esta para los que no conozcais a mi churri. T QieRo WaPa!!!1

DTD: En China la fecha de caducidad es rara de encontrar. Se pone la fecha de producción y todos los productos tienen una vida de más o menos 12 meses. Y yo comiéndome las cosas con prisas...

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