martes, 6 de octubre de 2015

こんにちは! (Konnichiwa! - Hola!)
En esta entrada salimos de la panza del dragon y nos metemos en el imperio del sol durante dos dias para visitar Osaka, la tercera ciudad mas grande Japon.
Lo primero que voy a hacer es contaros lo malo resumidamente, porque creo que siempre es mejor empezar con los tragos amargos y luego irlo pasando hasta que quede un gusto de puta madre. O no?

El vuelo Osaka-Hong Kong fue retrasado por clima, ya que habia tifon en Guangdong, lo que nos supuso 14 horas de espera extra. El aterrizaje en Hong Kong fue de infarto con un monton de turbulencias, dos "caidas" voluntarias del avion a peso muerto, girando varias veces en circulo hasta que se pudo bajar, en fin. Y finalmente nos dicen que no hay buses para Foshan, asi que hay que coger uno para Guangzhou y al llegar no habia metro, asi que en taxi. En total fueron mas de 24 horas sin una comida decente, sin ducha y en movimiento.

Ademas, mi compañero iba ciego como una perra y tuve que lidiar con el y sus lios, estoy seriamente pensando en mudarme por mi cuenta de una vez, pero lo que esta claro es que no viajo con el mas.

Pero vamos a lo bueno de una santa vez!


Salimos de Foshan en autobús desde el hotel Crown Plaza directamente al aeropuerto de Hong Kong.
Hay que decir que hasta la noche final no hubo ningun problema y nos lo pasamos genial.


El billete de tren desde la estacion del aeropuerto de Osaka hasta el hostal.
Costo 920 yenes, 7 euros.


Uno de los primeros contactos con el japonés al aterrizar.



Hay que cambiar dinero, por supuesto.
Me gustan los yenes con ese estilo pasado de moda.


Y la primera comida en Japon, algo raro por supuesto, hamburguesa Kuro.
Que significa Negro.

Todo esto fue dentro del aeropuerto eh? Llegamos muy de madrugada y los trenes no salian hasta por la mañaba. Encontrar el tren tambien fue bastante odisea, pero eso es normal la primera vez que sales a un sitio extraño.


Llegamos a la ciudad al mismo tiempo que el sol.


Hechos polviiiisimo. El hostal estaba bastante retirao de la ciudad.




Enano, pero barato, limpio y con todos los servicios que quisieras. Aconsejable.


Un mapita del metro. Nuestra parada era Dobutsuen-mae, que significa Zoologico.



En estas maquinas podias comprar pases diarios por 600 yenes, 4'50 euros.

En realidad cuando llegamos al hostal la habitacion aun no estaba lista, ya que se ocupo la noche anterior y hasta las 9 no hay que dejarla, nosotros llegamos a las 7 (estando la recepcion cerrada hasta y media) y hasta las 10 no pudimos entrar, asi que decidimos explorar un poco el area.



Muy cerca teniamos el Abeno Harukas, edificio habitable mas alto de Japon.
60 plantas en 300 metros.

 


Un par de panoramicas desde un paso elevado cercano.


En este mapa vimos un parque (Kema Sakuranomiya) que teniamos planeado ver pero que por ser mal momento del año o por estar organizando un evento musical no estaba muy lucido, tambien deberia haber un templo que no tuvimos forma de localizar, tampoco seria muy importante si no estaba bien señalao, jaja.


Al menos vimos el museo de arte por fuera. Juas.





Atravesando el parque llegamos a una zona claramente dedicada a los turistas pero llena de decoracion y locales del japon mas cliche que te puedas imaginar. Aun asi fue interesante verlo en persona y es un estilo que me gusta bastante.


Que te meto.


Billiken, una creacion del profesor de arte americano Florence Pretz que segun él vio en un sueño y que simboliza la no preocupacion, la aceptacion de las cosas como vienen. En Osaka, con gran influencia por los americanos en tiempos de la guerra, se le considera una figura casi de culto a la vez que un representante de la americanizacion.


Quien no ha visto en la tele o los comics a un pulpo como este en un local de comida japonesa?


Esta foto es tan de Japon que no parece ni mia.


Jugadores de Pachinko. Todo un exito en Japon. Mezcla el azar con el pinball.



Por la mañana no estaban pero por la noche sí, abueletes jugando al Shogi.
Un juego de batalla al estilo Ajedrez o el chino Xiang Qi.



Finalmente tomamos el metro.
Lo encontre bastante deprimente, tonos apagados, luz pobre, mucha publicidad...
Vamos hacia el Castillo de Osaka.





Murallas exteriores.


Adentrandonos en la muralla.



Entre tiendas y puestos habia un malabarista con cajas muy talentoso la verdad.


Bienvenida con arco, como no en Asia!


Esta amable muchachita nos ofrecio ella misma las espadas para las siguientes fotos.


Que te meto 2.


Castillo!
Tiene un kilometro cuadrado, con jardines y algunos edificios aledaños.
Pero con la cola y el poco tiempo que teniamos nos saltamos el pagar la entrada.


Buscando un sitio donde comer, algo emblematico de Japon.
Un hotel del amor... Ya me entendeis...


Primer sitio que encontramos en muchisimos metros de calle al sol!


Es bastante comun en Japon pedir asi.
Miras el menu, vas a la maquina, metes dinero, seleccionas, das el ticket y te traen la comida.


El ramen japones, los fideos, son lo de mejor que he comido nunca sin exageracion!


Tipico vater moderno japones.
Vibracion, musica, calefaccion, te lavas las manos con el agua para la cisterna...
Primer mundo gente!


A la noche despues de descansar un rato, exploramos la ciudad un poco mas.



Las tienda de manga son increibles, todo lo que quieras esta ahi, incluyendo porno, musica, peliculas y juegos.


Para cenar sopa de miso, no-se-que fermentado, arroz, tofu con salsa de soja y pescado radiactivo.


Como habia ganas de ver la vida nocturna nos dirigimos a la zona llamada Kitashinchi.


La transicion entre las dos zonas.


Principalmente es una zona pija de compras con una calle larga llena de locales de marcha de nivel alto.


Nosotros nos fuimos a un bar de musica metal japonesa.


Chin chin de Guiness.


Cerveza indonesia.


Cerveza de Sri Lanka, 9 gradacos.



Se nos va de las manos.

En principio iba a hacer la entrada todo en uno, pero creo que pide de forma natural hacerla en dos partes, una por cada dia que estuvimos. Perdon a aquellos con espectativas, pero hey, asi teneis racion doble.

Nos leemos... pronto!

No hay comentarios:

Publicar un comentario