Dia 4
La entrada de hoy es cortísima.
8 de octubre.
El final se acerca.
Para este día tenía en mente salir de la ciudad propiamente dicha e ir a alguna de las islas mas pequeñas que rodean a la principal.
La primera opción que me aconsejaban quienes ya habían estado en Singapur era Sentosa, sin embargo el único punto de interés allí son los Universal Studios, que es como Disneyland pero de Universal. No me interesa.
La segunda opción era Kusu, pero me dijeron en recepción que era una isla de tamaño mínimo con un templito y que se iba allí a orar y punto.
Así que, aunque yo soy anti deporte y anti esfuerzo total, seguí la recomendación de la recepcionista y me pasé por la isla Ubin. Es un sitio para hacer senderismo, bicicleta y ver un bosque. Ya está, pero bueno, yo quería coger el ferry así que porqué no.
Y de hecho es que en la ciudad ya solo me quedaba una cosa por ver. Y menuda cosa!
Para llegar a Ubin tenía que llegar a la parada Tampines.
Final de la linea verde por la derecha.
Estando yo en Clarke Quay, entre Chinatown y Dhoby Ghaut en la linea morada.
Después coger un autobús alrededor de 40 minutos.
Y después el ferry.
Tanto la ida como la venida costaban 3 dólares cada.
5 si llevas tu bicicleta.
Este trayecto si que es corto, 5 minutos como mucho.
Esa luz que te hace poner cara de pirata.
Me gustó el aspecto nada más llegar.
Esta foto de la entrada es de Google.
No se porque la mía ha desaparecido.
Pulau significa Isla.
Primero caminé alrededor de la entrada.
Y había sitios de comida y tiendas de alquiler de bicis muy pesadas llamándote la atención.
En un restaurante vi esto tan de película: Cerveza de raíz!
Resulta que no es mas que la zarzaparrilla que he bebido mil veces en China.
En el interior de la isla hay granjas para voluntarios y zonas de acampada.
Pero yo me quedé con esto. El Sensory Trail, la ruta sensorial.
En esta ruta lo que hay es plantas comestibles de todo tipo del día a día y su información.
Te enterabas de datos curiosos de cosas como la piña o el kiwi o el mango.
Y ya tocaba hacer como John Locke e internarse en la isla.
Caminé siguiendo un camino a base de puntos de referencia.
Cuando llegué a una de las costas volví sobre mis pasos un poco y tomé otro camino.
Hasta que consideré que me había metido lo suficiente y no quise ir más lejos.
También es que hacia un calor húmedo muy tocahuevos.
Ya eran casi las 1 de la tarde, tenía que deshacer el camino de la isla hasta la entrada, pillar el ferry de vuelta y el bus. Y con solo una visita pendiente y medio día disponible al día siguiente me apeteció dejar de hacer el turista por un rato.
Volví a la zona de Bugis y me metí a comer en una zona dentro del centro comercial donde hay varios restaurantes de distintos estilos japoneses, cuando entras en la zona te dan una ficha con un chip con lo que tú pides lo que quieras en tantos sitios como te apetezca; unos fideos allí, unas empanadillas allá, la bebida de este otro sitio... Te lo apuntan en el chip y al salir lo pagas todo junto.
Después de comer me metí en el cine a ver Miss Peregrine y los niños peculiares. Quería ver La fiesta de las salchichas, que no va a llegar a China nunca por temas de censura en language soez, pero la hora no me venía bien.
Fideos udon con cerdo, huevo, una lamina de alga y una pieza de naruto de pescado.
Para beber un refresco a base de miel y limón.
Después del cine volví al hotel a hacer el vago hasta la hora de cenar.
Entonces regresé al sitio del pollo chino con arroz pero cambié la bebida.
Esto es un té de hierbas de producción singapurense.
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